Andrey Umaña quería ser árbitro internacional de fútbol. Soñaba con una camiseta que diga FIFA, con un Mundial a lo grande. Su preferencia estaba en el futsal y eso lo llevó, sin querer, a dar los primeros pasos en un espacio similar, pero en otro deporte: el hockey indoor. La Federación de hockey de Costa Rica iba a organizar un torneo y necesitaban jueces para pista en 2014. El presidente de la entidad lo convocó entonces para saber si él podría meterse y estudiar las reglas poque faltaban árbitros. “Comenzó por un favor que le hice al presidente, pero después me gustó. Mi paso fue primero por indoor, luego Hockey 5 y al final 11 contra 11”, explicó Andrey de 37 años.
El desarrollo de la actividad del palo y la bocha en Costa Rica va creciendo. La implementación de la variante de Hockey 5 le permitió al país que no tiene canchas grandes oficiales, promover este deporte en cualquier superficie, pero mucho más pequeña. Además, precisaban, al igual que en indoor, menos jugadores, y eso es fundamental para una región que carece de practicantes.
Umaña, que es Profesor de Educación Física, lleva casi 10 años impartiendo justicia en el hockey. La mayoría de sus torneos fueron en América Central, y ahora su sueño cambió y ya no tiene relación con el fútbol sino que desea poder arbitrar fuera de su continente y por qué no, llegar a ese Mundial que imaginaba tanto. “Siempre, desde mi lugar, intento que en los colegios conozcan más sobre hockey. Hace falta masificarlo y tener un proyecto para sumar más niños”, comentó Andrey.
En la actualidad, y a partir de su experiencia, coordina a los árbitros de su país. Conoce la situación de la región pero entiende que puede mejorar y trabaja para ello. La participación de Costa Rica en torneos aumentó notablemente. Andrey Umaña se enamoró del hockey y ahora quiere convertirlo en un deporte para todos.