El futbol nuestro de cada día, secuestrado desde hace décadas por el sistema, es rehén de los intereses económicos de unos cuántos.
Eran arrebatos de soberbia y prepotencia. Me imagino que desde las esferas más altas de la Federación Mexicana de Futbol deben pensar lo mismo que en su momento escuché de Justino Compeán, entonces presidente de la FMF. “Se chin..., el futbol es nuestro”, cerrando sus puños en medio de las críticas de un futbol que no caminaba... y sigue sin hacerlo.
Si usted lector cree que los directivos piensan en satisfacer los aficionados se equivocan. Los hechos están a la vista. El futbol nuestro de cada día, secuestrado desde hace décadas por el sistema, es rehén de los intereses económicos de unos cuántos. Nos equivocamos quiénes pensamos que el balompié mexicano puede desarrollarse, crecer y consolidarse. Los dirigentes se burlan en nuestra cara, nos escupen y lo peor... La noble gente está ahí en los estadios olvidándose de las constantes cachetadas que dan lo que ‘dirigen’ un deporte sin brújula en nuestro país. Preguntas sobran en las últimas horas:
¿Quién nombró a Ares de Parga? ¿Por qué? ¿Quién estructuró el Comité de Futbol? ¿Por qué nuevamente Miguel Herrera como candidato? ¿Qué logros ha tenido? ¿Sus antecedentes de violencia no sirvieron? ¿Qué medidas hay para evitar tanto extranjero de medio pelo en la Liga Mx? ¿Cómo se van a apoyar a mexicanos en posiciones clave como el ataque y mediocampo, entre otras?
El fracaso del Mundial de Qatar no sirve porque es su futbol. Es su balón. No les importa si se vivió del descrédito internacional al ubicarse en la posición 22 de 32 selecciones en un mercado donde los jugadores valen millones de dólares, pero en la cancha están lejos, muy lejos de futbolistas de talla internacional que están en cotizaciones similares en Europa, la verdadera élite del futbol.
¿Usted no siente frustración? Yo sí. Lo reconozco. Décadas pasan, fracasos van y vienen y la eterna promesa de cambiar no cambia. El lunes sólo se va a remover la basura, el escombro, los desechos de errores que durante años se han acumulado sin que verdaderamente se busquen las soluciones que todos sabemos deben darse, pero que nunca se ejecutarán porque lesionan el negocio de los que verdaderamente son dueños de la pelota en México. Todos lo sabemos quiénes son.
Estamos cerca de los 60 días de las promesas que no pasarán. Gerardo Martino fue muy claro. En México predomina el negocio, ojalá lo hubiera dicho cuando estuvo justo como entrenador del representativo, pero sumó el fracaso para decirlo. También vivió del mismo ¿eh? De los millones que llegaron a su bolsillo por dirigir a un equipo de segundo nivel, como el mismo lo aceptó desde que tomó al Tri.
Vivimos en un futbol surrealista. Un balompié que cobija la medianía. Creemos que somos incomprendidos porque valoramos nuestros “cracks” como diamantes brutos que apenas llegan al balompié de primer orden y los devuelven con moño (Diego Lainez y JJ Macías) al estrellarse con la realidad: Están precedidos de haber sido inflados en un futbol rampante en la mediocridad de un sistema de competencia inaudito donde clasifican 12 de 18 equipos.
Cuánta pobreza arrastramos. En México hay gente preparada, talentosa, que se ha estudiado en el extranjero para buscar terminar con la inercia de un futbol trespesino (barato, vaya), pero prefieren a lo de siempre, a los que fracasan, a los amigos, a los conocidos, a los que van a cuidar los intereses de los de arriba porque interpretan el futbol a su manera.
Nada se espera de la conferencia de Yon de Luisa el próximo lunes. Pronto quedará en el recuerdo Qatar 2022 la cruda realidad. Un futbol en retroceso puro porque el Mundial 2026 es un engaño más. Sin eliminatorias, con pase directo al Mundial, en casa, donde somos unos monstruos, no se va a medir realmente si hubo o no cambios en este futbol de tercera.
Qué pena amable lector. Qué tristeza que usted siga apostando por un deporte que increíblemente sobrevive en medio del descrédito. ¿Será que tenemos lo que nos merecemos? No lo sé yo pienso que la afición mexicana es ejemplar, pero esa misma nobleza es aprovechada por quienes gustan de dar atole con el dedo.
Entiendo que es su balón y con el hacen lo que quieren. Al fin y al cabo, la gente siempre se ha chin... y conformado con nada. Business are business ¿no? Es lo que importa. Sigan enriqueciéndose a costa de la gente. Es lo que les importa. Nada más. Lo demás es lo de menos, caray, sigan pateando el futbol a su antojo.